Sentir es determinante.
Mis manos tocan cálido, tocan suave, tocan delicadeza y armonía.
Mis dedos rozan con tacto exquisito y sutil los contornos de Drapé. Lo abrazo, lo estrecho cerca de mi cuerpo y salgo… no camino, vibro, transmito, seduzco.
Una armonía de sensaciones me envuelve mientras la noche comienza a cubrir la ciudad…