A menudo, basta que una ‘celebrity’ pose con un objeto dado para que este alcance otra categoría. Un estadio superior en el que el complemento en cuestión pasará a ser oscuro objeto de deseo. O luminoso, según sea el caso. Ahí están, por poner un ejemplo, las zapatillas deportivas que el Marty McFly de Regreso al futuro gastaba en las distintas entregas y que desde entonces se vendieron por millones.
Con los bolsos, uno de los complementos más carismáticos de la moda, no podría pasar de otra manera. Ahí está el caso de Audrey Hepburn y su relación con el icónico bolso Speedy, en la mejor campaña publicitaria para la casa Louis Vuitton que nadie hubiera podido desear. Clienta habitual de la firma francesa, Hepburn sugirió una versión más pequeña del ya popular bolso. Desde entonces, y ha pasado más de medio siglo largo, el Speedy 25 es un clásico de la firma y uno de los bolsos más vendidos de la historia.
El bolso como vehículo de glamour
Está claro que los bolsos sirven para transportar cosas, pero su importancia en el mundo de la moda no se entendería sin contar el factor de elegancia. Un complemento que se contagia del glamour de las estrellas de cine, de la magia del séptimo arte, y que irradia algo especial allá donde va.
Ahí está el bolso Birkin, creado en exclusiva por la casa Hermès para en honor de la actriz Jane Birkin, habitual de directores tan prestigiosos como Antonioni y musa de Serge Gainsbourg. Un bolso de piel siguiendo los deseos de la propia actriz y cantante, a petición del presidente de la compañía, que se avino a satisfacer sus deseos y crear un bolso a capricho (más cómodo y versátil, tanto que incluye un portabiberones para mamás viajeras). Un bolso que, como ella misma ha bromeado, le “sobrevivirá”. Porque un bolso puede ser más famoso que la persona que lo inspiró, tal es su poder.
Y en toda mención a bolsos famosos que se precie no podría faltar el modelo 2.55 de la casa Chanel creado, como su propio nombre indica, en febrero del año 1955. Diseñado por Coco Chanel, está considerado el bolso más famoso de la historia, con su característica cadena dorada, su trama geométrica de rombos y su piel oscura que permite que luzca con todo brillo las iniciales de la marca. Como todos los bolsos excelentes, con su particular misterio para combinarlo con éxito.
El bolso de aires aristocráticos
Porque el bolso se asocia a las grandes divas del espectáculo, también a esa elegancia aristocrática de las casas reales. Como si un buen bolso nos transportará a los salones de los principales palacios de Europa. Ahí está, sin ir más lejos, el bolso Lady Dior, accesorio de malogrado recuerdo pues su destinataria, la princesa Diana de Gales, Lady Di, solo pudo usarlo dos años, desde su lanzamiento en 1995 hasta su trágica e inesperada muerte.
El Lady Dior es un clásico de los bolsos de famosas cuyo antecedente se encuentra en el Chouchou de Dior, pequeño bolso de cuero con asas, que se adaptaría en exclusiva para la conocida como ‘princesa del pueblo’. Desde entonces, es un bolso cotizado y muy querido, tanto que la propia reina de Inglaterra, Isabel II, gusta de lucirlo en ocasiones. Se define por el cannage, esa trama de rejilla que genera unos rombos abombados, y por las letras de Dios graciosamente colgadas de una de las asas. Un ‘must’ para las verdaderas amantes del bolso.
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