Es el complemento indispensable en un evento y más en una boda. Un accesorio que no debe ser elegido al azar, pues resaltará tu estilo y pone en juego tu capacidad para lucirlo con acierto.
En el arte de combinar el bolso con tu vestido como invitada de boda se demuestra la elegancia. Por eso no hay que dejar al azar la elección de un bolso para las bodas, ya que su importancia va mucho más allá de la de portear tus cosas personales.
Buenos materiales y un estilo atemporal, con detalles que revelan la calidad de la manufactura, son siempre una apuesta segura.
Cómo elegir un bolso para bodas
Asumida su importancia, hay varios criterios para elegirlo. Si quieres inspiración, siempre puedes acudir a algún clásico, mira en el póster de nuestro blog ¨los bolsos más famosos de la historia¨, o bien apostar por algunas de las tendencias que más éxito están teniendo este año.
Lo que parece fuera de toda duda es que llevar bolsos y zapatos del mismo color no es una buena idea. Si bien puede ser tentadora esa posibilidad, por una tendencia a la monocromía, los ‘influencers’ más estrictos no la perdonan. Otra cosa es si se apuesta por un conjunto ¨total look¨ , en el cual un bolso del mismo color no desentonaría.
Bolsos que destaquen… Pero en su justa medida
Sin buscar un protagonismo llamativo sino más bien sutil, el buen bolso se impone. Encuentra su sitio, sabe atraer todas las miradas. Los más sobrios, como los bolsos lisos resultan muy apropiados, sobre todo si el vestido es estampado.
Aquí es donde se valoran modelos de bolsos más pequeños, como los clutch o tipo sobre, con su proverbial cadenita que te dejará las manos libres en el momento del cóctel. Más cómodos, por tanto, que el coqueto minaudière, tan minúsculo y elegante como poco práctico, y otros bolsos de mano. Recuerda que una boda supone muchas horas fuera de casa, por lo que conviene llevar un bolso que tenga cierta capacidad.
El bolso ofrece un toque de distinción, pero en una boda no renuncia a su vocación práctica. Modelos como el Shoulder Rectangular Mini, con el tamaño perfecto, cumplen con creces esa doble misión.
La apuesta atrevida
Claro que la norma de la sobriedad siempre nos la podemos saltar. Sobre todo, si se casa una persona especial. Cada uno sabe si la circunstancia invita a atrevernos más y apostar por acabados brillantes, lentejuelas, pluma
Porque a veces hay un margen para que se cuele el hedonismo, la sensualidad, algo que valoramos sobremanera en nuestro sello. ¡¡Porque la vida es demasiado corta!!